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| Fotografías: Ulises Miguel |
Desesperación y dolor como gatos abandonados que lloran por la leche de su madre, hastío y reclamo de la estúpida e insoportable realidad que vives y aminora tu entusiasmo. Un gemido para decirte que ya no tengo más que darte, una canción tonta debajo de tu balcón para decirte que te amo.
“Estoy de mierda hasta las orejas, hasta las orejas de su mierda” es una idea que pasa por la mente cuando estás cansado de lo que observas, de lo que oyes, de quienes te rodean, de la persona amada a quien dices: “en mi casa ya no hay palabras para vos”. ¡Que todo se joda! ¡Qué todo se vaya al diablo! ¿Por qué no?...
“Araña negra”, título de una canción impregnada de fastidio y cansancio de lo “mismo”, palabra que usamos para evitar enumerar una serie de cosas desagradables, refleja ese estado insatisfactorio causado por la invariabilidad de la vida, las idioteces de un político, los consejos inservibles de un maestro herido que te dice cómo actuar en la vida, por el mismo discurso vació del sacerdote de la iglesia, la indiferencia de la mujer a quien has esperado por mucho tiempo y a la que no has dicho: me gustas.
Pasas a la siguiente canción. Dices para ti mismo: “el polvo me quema, me quema igual que ayer”. Monotonía de tu pesadez, misma situación del día anterior, mismo sentimiento. Escuchas un grupo del país gaucho llamado Bicicletas: Julio Cesar Crivelli (voz y guitarra), Mariano “Diano” Repetto (batería), Agustín “Ruki” Pardo (bajo), Federico Wiske (guitarras y coros) e Ignacio Valdez (teclados). Te identificas con sus canciones: Araña negra, Quema, En tu cara.
“Algo se acerca, lo oigo venir, algo está dentro de mí”… “ya lo siento, ya no siento”. ¿Qué pasa contigo? No lo sabes. ¡Maldición! Quizá todo volverá a ser normal, te dices para reconfortarte, sin embargo, el momento exige de tu melancolía para no romper el instante de nostalgia requerido para esta canción.
Buscas cambiar tu situación y regresar a un tiempo dorado, a una época donde todo fue brillante y seductor, un periodo agradable, confortable, cariñoso. Esos instantes que te llenan de alegría, pero ausentes en este momento. Dices a quien te pregunta por su situación: “piso la mierda de mi perro para tener suerte”. Una frase que describe tu estado y recuerda momentáneamente la triste y desgraciada vida de Jean Baptiste Grenoulli.
Cambias nuevamente de track. Sientes una corriente constante e inacabable que va en contra tuya, pero ahora te animas a decir: “voy a cantar una tonta canción de amor, voy a cantar una tonta canción, sólo para vos en tu balcón y quiero que la sientas cuando se rompa mi voz, y quiero que me veas como yo te veo a vos”.
La alegría parce asomarse, ya está, ya comienza a inundarse tu mente y tu habitación de algo diferente. Ahora te sientes mejor, con ganas de salir a buscar diversión, de encontrar a la mujer que amas y recitarle un bello poema. La canción ha terminado y otra comienza con un aire diferente. La melancolía finaliza por el momento. ¡Qué buena banda!, expresas. Los escucharás nuevamente y volverás a ese trance musical necesario para la vida.
Punto y aparte.
Bicicletas se formó en 2001 en Argentina. En 2003 realizaron su primer ep llamado “Deslízate naranja”. El siguiente año lanzaron “Discover”, donde se incluyeron versiones de canciones de bandas como Rolling Stone (2000 Light years from home) y Chemical Brothers (Let for ever be). Ojos (2005), Bicicletas (2006), 11 y 20 (2008), Quema (2008) y Cubiertas, su más reciente álbum, conforman la discografía de este grupo albiceleste.
Bicicletas estuvo presente en el décimo aniversario de Marvin junto a Vicente Gayo, Surfer Blood, Bam Bam, entre otras agrupaciones. En su última producción ofrecen a los escuchas covers de diversos artistas y bandas, como Café Tacuba (María), Víctimas del Dr. Cerebro (El esqueleto) y Auténticos Decadentes (El Gran Señor).
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