Un verano perfecto es aquel en el que me permito hacer todo aquello que por decoro no haría durante el resto del año...
Podríamos empezar por armar un concierto en la regadera y camino a la escuela, que la gente piense que son ataques epilépticos cuando bailas ''Baby i'm yours'' de Breakbot. Tal vez ir a la casa de una amiga que por mucho tiempo no vez,llevarle flores. Llorar tal vez sea bueno,antes de sentir las ganas de querer hacer pipi hasta que te duela la pansa.
Y hablando de ganas pretendamos no quedarnos con ellas,últimamente se nos da mucho; yo podría comenzar por contarles que hice ayer.
Ayer tuve mi ultima clase de retoque,tenia ganas de ensuciarme y acabarme el gis como te acababas el color preferido en la primaria de tanto sacarle punta. Saliendo metí mi mano a la bolsa y saque uno de $50,sinceramente tenia hambre y ganas de una bolsa llena de bolitas de queso,si,las que venden en los Bisquets de Obregon. Fui al que esta en el centro,mi plan no era comerlos ahí,pero empezó a llover y si: la gente no se quedo con las ganas de verme como bicho raro, me paré hasta que me acabe mi quinta y última bolita.
Llegue a DOWTOWN México; edificio colonial y restaurado para enriquecer el hambre cultural. Lugar que se ganó la próxima entrada de inicio a fin. Conocí quien nos hablara más de Fabrica Social,boutique dedicada al trabajo artesanal e indígena,rescatando y valorizando muy bien el arte mexicano.
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| Isabel la Católica #30 |
Fue todo tan colonial que realmente me dieron ganas de vivir en el centro. ¿Por que no en la calle de Regina? Decidir solo bajar y tomarte unas cervezas,un café o leer un libro,mientras la gente pasa y tal vez alguien te descubra cuando no pensabas descubrir a nadie.
Noventa días del verano,llevamos cinco...