H Y P E

Musica a 8Bit




Desde un Roland TB-303 hasta los softwares actuales, y del sonido de Legend Of Zelda a transformar el EDM, la Música a 8 Bits es el recuerdo de una época que una oleada de artistas se niegan a dejar ir...


Hay algo que siempre me ha costado trabajo entender, y es si "La idea romántica de lo Vintage" es un sustituto de la falta de creatividad o de recursos para innovar, sin embargo, la historia de los videojuegos portátiles sigue vigente y creando nuevos movimientos culturales, en éste caso, la música 8 Bits.

Iniciando la década de los 90´s se presentaron dos consolas de videojuegos que serian legendarias: La consola Gameboy y el Sega Game Gear. Ambas con una peculiaridad y es que los "Beep" eran los únicos sonidos que podían reproducir.



Estos sonidos (Beeps) tenían una escala armónica completa que le daba a los productores infinidad de opciones, de las cuales podemos recordar míticas canciones que abrían juegos como Super Mario Bros o Legend Of Zelda.


Esa fué la época de oro de los sonidos a 8 Bits y de la música creada a partir de ello, mejor conocida como "Chiptunes" donde se determina ordenadamente la frecuencia y tonalidad de las capas para crear melodías completas, herramienta que hemos visto que usan varios artistas de la última década como recurso creativo.


La forma de hacer ésto posible es mediante un cartucho insertado en estas mismas consolas que contienen un software de programación musical, por mencionar algunos como Nanoloop o servidores virtuales como Pulse Boy que son la muestra de que éste movimiento ha llegado a tiempos actuales.


Pero, después de todo este desarrollo de algunos nombres artísticos, proyectos completamente electrónicos o con instrumentos análogos y movimientos geek que no quieren dejar morir la tradición del 8Bit. ¿Es algo que pueda innovar la industria de la música electrónica o el sonido comercial?

Pues tal vez no innovarla, pero si se suma a todas las plataformas en las que hoy en día se puede expresar la creatividad de una persona, implementando las nuevas con las antiguas tecnologías y dejando recordar ese sonido armónico de nuestra niñez.