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“Teenage angst has paid off well
Now I'm bored and old”
-Nirvana-
“Si todas las heridas sanan, ¿por qué no puedo cercenar el recuerdo de Alessa?
-Santander Nos veremos en el infierno Kurt Cobain-
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Toda generación del siglo XX es una generación perdida. Algunas lo fueron lejos de su país y otras —de las más perdidas— lo han sido dentro de su país, dentro de una sociedad que no los acepta, no quiere nada de ellos, no les da nada y no le interesa conocerlos. Los X son aquellos que representan todas estas características. Jóvenes que tienen una “meta”, prefabricada y se supone que hagan todo lo que este dentro de sus posibilidades para alcanzarla, el futuro es un espejismo lejano al cual no se tiene acceso. Que se vislumbra difícil, borroso, casi imposible. Sin embargo, cada elemento de la sociedad que rodea exige y empuja a todos para que lleguen a ese lugar. Al lugar donde todos se encuentran. No hay sitio para los diferentes o más bien, hay un lugar, también prefabricado. ¡Gracias MTV!
Santander es el protagonista de este libro que narra apenas seis meses de su vida, que son los finales de su época preparatoriana —¿Y qué mejor momento para hablar sobre las incongruencias y odios de la juventud, sino en el momento en el que la misma se encuentra más perdida?— Nos veremos en el infierno Kurt Cobain es el retrato de una parte de la sociedad mexicana la que todos “conocemos” pero pocos, realmente, viven. La parte de la sociedad donde el dinero da seguridad y poder que no se consigue de otra manera. El círculo en el que Santander se desenvuelve es de fiestas en el Country Club o mansiones al más mero estilo de Las Lomas o los lugares más acaudalados de Interlomas. Sin embargo esto no significa que sienta la vida plena y resuelta, al contrario, es el agobio de esa misma vida ya predestinada la que lo tiene a un paso del abismo.
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¿Cuál es el infierno? El aburrimiento, la monotonía, el abandono, la soledad, uno mismo. Escoge una, o todas, o retazos de las opciones anteriores. No importa cuál sea que escojas, el infierno está ahí acechando. La presencia de lo más sublime, exuberante. El infierno son los otros, dijo un gran filósofo —o así dicen que fue grande, no he leído tanto de él— y puede ser que sea cierto. La convivencia con el otro. Las meras relaciones humanas pueden acarrear terribles y desastrosas consecuencias: amor, preocupación por el otro, sacrificio. Todo eso puede —o es en sí— un infierno para aquel que se echa todo ese cargo encima. ¿Cómo combatir el infierno?
Con altas y frecuentes dosis de cocaína —We are COC4INE— no importa si se te pasa un poco la mano, siempre está el dinero de aquellos que se encuentran cercanos —no por preocupación, sino por obligación, por un “qué dirá”— para salvarnos de la muerte y sus consecuencias hacia ellos.
Si existe un último gran héroe —absurda palabra que se usa para definir gente que creemos o que nos quieren hacer creer que son mejores que nosotros, o peores, depende el caso— ese es Kurt Cobain. Después de él, nada. La manera en que vivió fue lo que muchos desean, pero pocos, y lo saben, se atreverían a vivir.
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Aunque Cobain aparece en el título y en un par más de veces mencionado en la novela, a quién se refiere la novela es a un fantasma existente: El Kurt, amigo, compañero, cómplice y mentor del protagonista de la novela. La imagen del Kurt lo sigue y hasta llega a atormentarlo. Los problemas de su amigo lo siguen y lo carcomen, incluso más que los suyos. Pero es así también de la manera en que Santander le prueba su fidelidad.
Hay sexo, amor, sufrimiento, anarquía, dolor, todo, todo lo que la generación X es y sobre todo, lo que la define: SOLEDAD E INDECISIÓN. La soledad es, ante todo, el tema central del libro. No hay compañeros de cuarto —ni de celda— en el infierno.
La novela fue editada por el Fondo Editorial Tierra Adentro y se encuentra en todas las tiendas Educal del DF —y supongo que en el interior de la República— si no lo encuentran por el título, siempre pueden decir el número de la colección que es el 436.
