Si aún viviendo en una ciudad enorme y llena de parques, museos, restaurantes, bares, etc; no la disfrutas, es porque el problema eres tu y no ella.
En esta ocasión será un post diferente, será así porque tengo ganas de escribirles más desde mi pensamiento y sentir, en vez de mi vista y gusto. Ya que la mayoría de las veces les recomiendo bares. restaurantes o locales de comida.
Muchas veces nos quejamos de nuestra ciudad, esta misma que nos ha visto crecer, nos ha dado la fuerza para seguir adelante, nos ha hecho llorar, aprender, reflexionar, enojar y la verdad es que no es la ciudad misma, creo yo la ciudad en si somos nosotros, ya que no hemos aprendido a ver lo bueno y todo aquello que nos brinda su historia, cada una de sus calles y edificios.
Aquellos edificios de la época de Porfiriato o las pirámides mismas, enormes y con una infraestructura asombrosa, el Palacio de Minería, el de Correos de México, el majestuoso Palacio de Bellas Artes y hasta sus mercados mas antiguos como el de Portales, La Abelardo, el de Coyoacan y muchos otros.
Cuantas historias no tendrán que contar, cuantas vivencias no habrá en el aire al caminar por el Centro Histórico y sus calles, aquellas que están a las orillas y la gente no suele visitar por miedo, pero ¿se han puesto a pensar que aquellas calles son las que mas vida tienen?; aquellas calles que pisaron grandes personalidades de la época de oro del cine mexicano y que eran personas sencillas, las cuales no tenían problema en intercambiar una copa con otra persona, el escuchar al organillero tocar, visitar algún cabaret y ver una orquesta de mambo tocar, asistir a la matines del Cine Opera, que hoy en día es un edificio en completo abandono.
El poder subirte al tren, al ferrocarril o a los famosos taxis cocodrilo, no sé ustedes pero a mi me hubiera encantado subir a uno, hasta al camión "gallinero" porque literalmente subían las amas de casa con sus gallinas vivas para posteriormente preparar un caldito de gallina para sus crías. No que ahora las mujeres sustituyeron a esas gallinas en el metro o metrobus con su violencia y falta de educación.
En fin solo quiero que reflexione y tomen lo bueno que hay en esta ciudad, no es que yo sea conformista, per lo que algo es cierto es que si nuestra mente es pesimista y cerrada jamás veremos un cambio en el país sino empezamos por nosotros mismos y ver nuestra ciudad con amor, no tirando basura en las calles, respetando a cada uno de los que vivimos en ella, no haciendo menos a nadie y luchando por tus metas, un cambio se dará, vive tu ciudad y se feliz.