Anna Belova, (mejor conocida como 'Anka Zhuravleva'), es una fotógrafa rusa, que no sólo se dedica a la fotografía, sino también al dibujo y la pintura.
Anka proviene de una familia de artistas, pues su madre fué pintora, lo que llamó su atención desde muy pequeña y decidió seguir sus pasos. Al fallecer sus padres, Anka decidió dedicarse al mundo del tatuaje, adentrándose en el mundo del rock y del alcohol, encontrando ahí un escape a su realidad, pero eso no era suficiente para poder mantenerse, así que comenzó a trabajar como modelo para revistas como Playboy.
Autorretrato de Anka Zhuravleva |
Su apellido 'Zhuravleva' se lo debe a su esposo, Alexander Zhuravlev, un músico ruso que conoció a través de algunos amigos y de quien rápidamente se enamoró, siendo éste su principal inspiración y quien la ayudaría a salir de la depresión en la que se encontraba desde la muerte de sus padres.
Al lado de Alexander, Anka comenzó a experimentar en algunos otros ámbitos del arte, comenzando con pintura al óleo, aprendiendo de amigos de su esposo, sin embargo, sólo creó algunas obras con ésta técnica, pero no sería esto a lo que se dedicaría del todo.
Más tarde, en 2006, Anka decide adentrarse al mundo de la fotografía, creando imágenes con una carga emocional muy grande, lo cual se puede apreciar en cada una de sus fotos, así como algunos toques de erotismo que contrastan con ternura, mujeres que se muestran vulnerables no sólo por su desnudez física, sino también por la desnudez sentimental, mostrando actitudes un tanto débiles, probablemente un reflejo de lo que Anka siente desde la pérdida de sus padres.
Dentro de su trabajo podemos encontrar algunas series de fotografías pertenecientes a alguna gama de color: amarillos, azules, rojos, chocolate, entre otros.
Siempre en un ambiente natural, rodeadas de misticismo y algunas veces de irrealidad, las fotografías de Anka Zhuravleva nos invitan a adentrarnos a un mundo donde los sentimientos son el principal detalle, en su serie 'Distorted Gravity' crea fotografías en las que refleja todo eso que experimentamos cuando se está enamorado, se duerme o simplemente se hacen las cosas que a uno le gustan, sintiendo que lo que está pasando al rededor es irreal, que se encuentra en una atmósfera mágica, donde la gravedad no existe, dejándonos llevar por nuestros sentimientos, más que por otra cosa.
Anka es una artista que a través de sus obras logra transmitirnos algo, logra contar una historia, y eso es de lo que principalmente se trata la fotografía, de decirlo todo con una sola imagen. Si quieren conocer un poco más de su trabajo, visiten su pagina oficial aquí.