No podíamos quedarnos fuera. Tag D.F. cobro vida en esta semana con grandes expectativas, gran audiencia, un cartel para envidiar y el reto de romper la barrera de "festival primerizo".
Conferencistas, expositores, gamers, bloggers, cyborgs, medios, trolls, mentes brillantes...
Todos en un mismo sitio.
Por si usted no pudo asistir, aquí nuestra experiencia dentro del festival.
Habíamos visto muchos comerciales de Tag D.F. El festival organizado por Televisa atrapo multitudes desde un inicio ¿Como? Las personalidades que jugaban como headliners: James Cameron, personaje que cualquier cinefilo de corazón esperaba observar, escuchar y fotografiar en persona alguna vez; Moby, nuestro gringo favorito (como se autodenomina el mismo en su cuenta de twitter) y su dj set bajo el brazo; Brian Eno, ese genio musical que se codea con David Bowie o David Byrne sin problema, sin olvidar sus proyectos tecnológicos y mucho menos de compositor; y el carismático Steve Wozniak, golpe al corazón de cualquier mexicano que traiga con orgullo una playera geek o le pegue la calcomania de la manzanita a la cajuela de su coche.
La primera sorpresa, ver que el festival no se quedaba solo en salas de exposición y que demandaba subir y bajar 3 pisos entre secciones, para llegar al Infield y encontrarte con el resto del festival. Demandante. Las caminatas eran de consideración, subir y bajar rampas durante 12 horas nunca es sano.
En el primer piso se localizaba el "Speakers D" la sala que recibiría a todos los nombres grandes del festival, grande pero no tanto, con un escenario como esos que solo Televisa sabe hacer y ya. Nada más. Eso si: solo dos elevadores para accesar, o salirte por completo de las salas, pasar por los detectores de metal (ritual de quitar cinturón, celular y revisar mochila incluido, en cada ocasión) para volver a la sala. Aquí empezábamos nuestro festival, con un headliner: Steve Wozniak y su charla sobre las computadoras en el pasado, presente y futuro en cuanto a educación. Primer gran acierto de Tag: La traducción.
El festival te daba la oportunidad, a cambio de una identificación, de llevar contigo unos audífonos conectados a una "grabadora" o "reproductor" donde traductores hacían su chamba a la par de la conferencia. Éxito rotundo. Aquellos que el ingles les provocaba algo de dificultad, podían ir por ahí sin la preocupación de no entender lo que su expositor favorito le platicaba.
Steve Wozniak dio una gran platica, con un foro lleno que se preocupo por llegar temprano para no perder detalle y encantado de ver a tal personalidad abriendo el festival. Dedicado a su tema, sin tocar más preguntas obvias sobre Apple, Wozniak recibió el aplauso y se propuso contestar las preguntas en vivo. Ahí si fue atacado por los Applefans que no dieron oportunidad de cambiar de tema, digo, bastante normal que eso pasara, aunque ese problemas existió en la mayoría de las preguntas con las grandes conferencias, ninguna pregunta era realmente algo inquietante para la audiencia o el expositor, o con el fin de ampliar el detalle de lo ya platicado; las preguntas se ocuparon más como para resolver las dudas del fan que había ganado el micrófono. Le quitaba lo "místico" a algunas de las conferencias...
Siguió Julia Kaganskly, representante de VICE y presentando
The Creator's Project: Todos estos proyectos presentados en su pagina web tocados más a fondo y de la forma que la revista lo ve. Por sorprendente que se lea, la sala se vacío a más de la mitad para presenciar a Julia, dejando a un lado el debate sobre la seguridad que pone EUA a sus usuarios web, en plataformas como Facebook o Youtube; las aplicaciones tecnológicas hacia el arte en la zona Oriental del mundo, los problemas bélicos en Irán o Egipto, y las mil y un opciones que tiene el led para instalaciones lumínicas involucradas con intervenciones artísticas o culturales. De mis conferencias favoritas sin duda.
Al salir de ese primer piso, me puse como destino conocer el resto en orden, es decir, ir de piso en piso conociendo el lugar.
Al hacer eso me di cuenta que Tag tenía tantos voluntarios como asistentes, y que todos ellos te ofrecían tanta información como tu desearas. Punto para Tag.
Entre al segundo piso: Labs. Camilo Lara andaba por ahí, Neil Harbisson en su primera intervención. Labs era el área de talleres y charlas que requerían registro previo para asistir, así que solo andaban en ese piso aquellas personas que tenían el privilegio. Por suerte contaba con una pulsera que me permitía entrar, subir, bajar, pasar o quedarme por cualquier lugar. Labs era mucho más tranquilo que el resto del festival, no se escuchaba más que el eco de las charlas y gente descansando en uno de los tantos sillones que colocaron ahí. Era el lugar de descanso del festival. La red gratuita de internet que te daban al ingreso tenia mejor conectividad ahí. La vista era lo mejor: un panorama completo que iba desde el escenario donde más tarde nos daríamos cita para Dapuntobeat, hasta los domos y carpas que tomaron el infield del Hipodromo. Después de eso regrese de inmediato a los elevadores, me había dado cuenta que por lo que Tag D.F. se nombraba Festival, estaba bajando ese piso.
El corazón del festival estaba ahí: el Infield era donde todos queríamos estar, con sus carpas y pasto que daban idea de un festival más que de una convención, donde se encontraba todo: medios, miniforos televisivos, stands que iban desde marcas de celulares, como Samsung, una zona destinada a la ciudad, y stands de los patrocinadores, sección de viejos arcades y la muestra de robotica por parte del IPN, junto con el modelo tecnológico que ofrece la UNAM.
Pasando ese primer domo, nos encontrábamos con esas mini-salas donde expondrían personajes como Bahigh Acuña con su charla sobre Spotify y la nueva forma de distribución de la música, o Jesús Lopez Reyes que nos contó como ha cambiado la fotografía con el paso de la tecnología y como su experiencia como fotógrafo para National Geographic ha revolucionado también con estas tecnologías.
Siguiente de esta zona, la que tuvo mas afluencia en ambos días: El Gaming. Primero con un museo increíble de la evolución misma de las consolas, Nintendo, las viejas pistolas para matar patitos virtuales allá por los ochenta hasta las nuevas buenas como PS4 y la nueva Xbox.
Y es qué era imposible ver tanta gente moviendo dedos simultáneamente. La carpa nunca paro de escuchar disparos, goles, puntos, y combos. Cientos de jóvenes le entraban durísimo a cada stand de consolas. Y si no estaban frente a la pantalla, estaban frente a lo creadores: EA sports y su charla sobre FIFA14, concurso de narración deportiva, charlas de animación en 2D (No todo fue siempre digital y HD) y filas y filas para los freeplays de Halo 4 o Madden, más las solicitadas fotos con personajes como Scorpion o Chun-Li que rodeaban la carpa más movida del Tag D.F. Gamerland. Sin duda.
La sección de Gaming junto con la de Comics, que guardaba a DC y a Marvel juntos fueron la sensación para la mayoría del publico joven que asistió a Tag D.F. Pasaba de vez en cuando a hecharles ojo y en ningún momento las vaciarse, solo se llenaba más y más. No me quede, los gamers son muy especiales en cuanto a filas y cuanto trataba de acercarme, ponían cara y cuadraban a su pandilla. La deje por la paz.
Me encamine de vuelta a la salida y me dispose a alcanzar la platica de Google, Wikimedia con Gabriela Warkentin como mediadora; la idea de ver a mexicanos hablando de tecnología me emocionaba demasiado.
Aprendí sobre los Copyrights, sobre el compromiso que trae Google con sus Google Glass y que Wikipedia paso de ser esa pagina de internet para estudiantes a ser una pagina completamente seria, como una enciclopedia lo es. Gabriela Warkentin me voló la cabeza y me fui encantado. Había entendído cualquier tema del que hablaron, me dejaron generar conclusiones y me dispuse a comer en completa paz.
Venía lo mejor: escuchar a un cyborg de viva voz, como Neil Harbisson; pelearme un buen lugar como todos para Brian Eno y tomarme una cerveza bien fría.
En la hora de comida tuve la única platica que tuve con alguien que no fuera yo mismo, ya que iba solo. Y de compañero de hamburguesa y cerveza me encontré a un compatriota de Durango, embrujado por la ciudad y el festival que hacia bloggs en la casi extinta Blogspot.com y ahora le va a entrar a hacer su propio proyecto empresarial. Me recomendó tomar un taller, de verdad tomarlo, no solo entrar a ver, me pregunto de un lugar para cenar después de Tag, porque no contemplaba para nada a Dapuntobeat y a Girl Talk, y pues porqué era de Durango, se hiba a ir antes; y se despidio tirandome un elogio de mi edad y mi facilidad para hablar con desconocidos. Apretón de manos, intercambio de usernames en Twitter y un ¡salud! honesto con la cerveza más cara del dia.
Era el momento de las decisiones, sacrificar unos por otros, como en todo festival. Me dispuse a apartar mi lugar con Neil, para un buen lugar para Eno y así. Nada me salió. Neil alcanzo a llenar a poquito más de la mitad del foro. ¿Porqué? No lo entiendo. Dio una gran platica sobre su vida como cyborg, los colores como notas musicales como el las ve. Y el color visto como un adjetivo para cada persona, dependiendo de personalidades y colores de voz. Divertida, tomando su enfermedad como broma de vez en cuando, contando experiencias personales, ágil. Es realmente un cyborg, es una persona que añadio tecnología a su cuerpo no como aparato externo, ahora es parte de el, salido de la ciencia ficcion. Otra gran charla y Tag D.F. estaba a horas de cumplir su gran objetivo.
Aun con los problemas técnicos que sufrió, no demérito su charla. Las preguntas pasaron por lo mismo: dos fans ganadores, uno preguntando como funcionaba su antena, algo que Neil trato en una hora y media y todos entendimos menos el entrevistador. Y otro preguntando de que color era su voz, Neil lo contestó y el afortunado corrió a contar su anécdota. Así se fueron las dos preguntas del publico para el primer cyborg en la historia de la humanidad. Pfff...
Seguía el moverse de sillas y agarrar el mejor lugar para la conferencia: Brian Eno. ¡Sorpresa! La organización decidió sacarnos a todos, ponernos en estúpidas filas y mantenernos de pie por más de una hora, mientras ellos hacían un "cambio escenográfico importante" que no era más que colocar una separación frente al escenario y el resto de las sillas, donde las grandes personalidades tendrían asiento. Televisa se hacía presente.
En la hora de fila, se escuchaba el soundcheking de Brian Eno, que no hicieron a tiempo. Más el de miles que nos quejabamos de la mala organización mostrada. Todo iba bien... Hasta ese punto.
Se me acabaron las piernas. La paciencia. Los cigarros.
Regresamos y nos sentamos para escuchar las quejas del productor sobre el mal audio, son unos bastardos.

"La tecnología no lo es todo en la vida", "Volver a expresarnos con todo nuestro cuerpo es de vital importancia" "El internet, la tecnología, es un cuello de botella, hay grandes ideas que suelen no completar su viaje". Dicto al mouse como el invento tecnológico más estúpido jamas visto y se vio obligado a cerrar su charla con ese mensaje de que la tecnología no nos aleje de la vida real. Me quedé con eso, este personaje tan capaz de hacer apps que se venden en millones, esta consciente de lo efímero que suele llegar a ser el internet. No había más que escuchar, decidí salirme en ese preciso instante. Aplaudí y tome la salida de emergencia.
Era el final, solo unos pocos decidimos irnos al escenario, mayoría de gente de medios y amigos de los organizadores. Era obvio porque se veían menos pulseras y más gafetes. Empezó la lluvia. Dapuntobeat estaba en el escenario y nosotros nos ocultábamos en la carpa más cercana. Empezarón con su hit, ese de :0 y fue motivo de quitarse el impermeable y ponerse a bailar. La lluvia arrecío. Cerveza en mano y ni la mitad del espacio del escenario lleno. La lluvia empeoró.
Corrimos varios de vuelta a la lona más cercana. Se escuchaban las platicas de lo ocurrido con Brian Eno y de los días pasados, de la necesidad de algunas de quitarse los zapatos y de otros de lo que serían los próximos Tags. De que James Cameron y Cuarón como los mejores de este año; de los talleres tomados, de los que ganaron los torneos de FIFA, de si se tomarón la foto o no con Carlos Loret de Mola y cualquier otro conductor de Televisa.
La lluvia seguía y Girl Talk empezó. Tome el camino de regreso a casa. Me toco cruzarme con algunos de Sicario, los Cafe Tacvba y con toda la gente de producción que quitaba los stands. Me detuve en el túnel de leds, lo vi como nunca: Vacío. Se escuchaba la fiesta que traía Girl Talk de fondo. No me importo.
Cualquier otra sorpresa, la vería hasta Tag D.F. 2014. Ya era diferente.