Como resultado, la campaña no deja indiferente. Atrevida, desenfadada y con un toque muy elegante y formal , pero con una esencia muy rockera. Pajaritas, corbatines, tejidos en cuero, y como complemento, las gorras muestran que la firma ha querido brindar un homenaje a la clásica figura de sastrería donde el traje es el comodín perfecto para las noches de fiesta.
Los patrones se cambian y toma fuerza la sastrería entallada tipo slim. Combinación de tejidos que son tendencia, pitillos (jeans super skinny) con rotos combinados, superposiciones en las partes de arriba, y looks con mucha rebeldía que dan lugar a prendas con personalidad.
Una metamorfosis del perfecto caballero que llevamos dentro y que será un pequeño avance de lo que Bershka tendrá para todos nosotros el próximo 2014.