La sustentabilidad es un término no tan nuevo para la ciudad y que ha impactado a más de un rubro: Diseño, Arquitectura, Movilidad, Energía y Civilidad.
Más allá de una moda, o un sentimiento efímero o fugaz, la sustentabilidad ha llegado en el momento exacto... Justo dónde reside el sentido común.
La sustentabilidad se come con las manos, disfrutándola, como una manzana jugosa con chile piquín o como el pan recién salido del horno. A la sustentabilidad hay que gozarla, porque ser verde es aprovechar mejor las cosas. Y cabe aclarar que ser verde no es cosa de hipster, sólo es ser un poco masa consiente de nuestras actividades.
Hoy en día, todo el que puede nos recuerda lo mucho que hemos dañando al planeta y que, por ende, algo tenemos que hacer al respecto. A muchos nos encantaría ir a liberar y proteger a las ballenas a Japón, o ser voluntarios para reforestar las miles de hectáreas de bosques, o inclusive, recorrer las ciudades más pobladas del mundo en bicicleta y eliminar esos monstruosos tránsitos citadinos. Todas estas acciones son muy importantes, pero casi siempre se complican demasiado. La buena noticia es que cada vez hay más soluciones cerca de nosotros. De hecho, la más cercana puede ser tu próxima compra, tu trasladado hacia el trabajo, o la remodelación de tu oficina o escritorio.
Todos vamos a consumir algo a lo largo de nuestra vida y muchos no queremos cambiar el estilo que llevamos en ella, pero hay algo que no cambia: a todo nos encanta comprar algo. La propuesta reside en cambiar la manera en la que tradicionalmente compramos
Todos vamos a consumir algo a lo largo de nuestra vida y muchos no queremos cambiar el estilo que llevamos en ella, pero hay algo que no cambia: a todo nos encanta comprar algo. La propuesta reside en cambiar la manera en la que tradicionalmente compramos
El consumo sustentable es aquel que satisface tus necesidades pero no pone en riesgo la capacidad de otras generaciones a satisfacer las suyas. Es mucho más fácil de lo que parece, sólo debemos sustituir a los productos que normalmente utilizamos por otros sur no den el ambiente, o artículos cuya repercusión sé menor que el promedio. Pregúntate lo siguiente ¿es indispensable comprarlo o es un caprichito? ¿Comprare un producto que puedo sustituir con algo que tengo en casa?
Si se quiere hacer, puedes explotar los espacios y el comercio ha empezado a generarse en la ciudad. Un EcoFest, un Mercado del Trueque... Una Banner Bag o una suscripción a Carrot... Un paseo por el muro verde de Downtown México o tomar el curso de Hidroponia en C.U.
Lo que quiero dejar claro es que esté ya no es más un acercamiento a la sustentabilidad. Ya no importa sí eres vecino de la Roma o de la Bondojito, estudiante o alto ejecutivo, abuelita o adolescente, ser sustentable es más fácil de lo que parece, y es algo que esta sucediendo.
Nos conviene.
