H Y P E

La Nueva Alameda

Fotografías: Luis Aceves
En la Ciudad de México tenemos el parque más antiguo de latinoamérica, fue fundado en 1522 por petición del virrey Luis de Velasco. Recientemente, la Alameda Central fue sometida a una intensa remodelación que duró varios meses, pero afortunadamente ya está otra vez abierta al público...



¿POR QUÉ QUEREMOS QUE VAYAS?

Porque ahora es una parque totalmente diferente. Ya no hay ambulantes (por ahora), ni jardineras sucias, ni fuentes sucias; ahora la Alameda Central de la ciudad brilla de tan limpia que luce. El piso es totalmente nuevo, cuenta con un nuevo kiosko restaurado, un Hemiciclo a Juarez es más blanco todavía, y lo mejor, ahora las fuentes son controladas y por la noche se mueven y prenden al compás de una melodía desconocida.

Las estatuas también fueron restauradas totalmente, ahora las fuentes de la alameda lucen limpias y mucho más atractivas. También hay dos fuentes que salen del piso, para aquellos visitantes que quieran mojarse, son similares a las del Monumento a la Revolución, pero más pequeñas y circulares.

No hay basura, es más, ni siquiera hay botes de basura...

¿Y los botes de basura?
No hay contenedores porque hubo quejas sobre la gente que vive a los alrededores y usaba estos como tiraderos comunitarios, entonces se decidió no ponerlos para evitar que los vecinos de la zona vuelvan a usarlos como contenedores masivos de basura.

¿Era necesario remodelarla?
Mucho, ya lucía bastante deteriorada y descuidada, parecía más un tianguis que un parque histórico, fue por eso que el gobierno del GDF decidió invertir recursos para darle una manita de gato. La nueva Alameda Central ya forma parte del corredor peatonal, Revolución-Alameda-Madero que es ahora el corredor peatonal más importante de la Ciudad, pues va desde la avenida Insurgentes hasta el Zócalo.

Si no la conoces todavía, pues qué esperas, es gratis, no tiene horario de cierre y está padrísima. Aca abajo te dejamos algunas fotos para que te des una idea de lo chula que quedó.










Fotografías nocturnas: Irving Arteaga