Si eres amante del buen café, este sin duda es el lugar indicado para ti, con mas razón si eres del sur.
Si hay algo que represente al Centro de Coyoacán son las ardillas, que al estar sentado en una de sus bancas de repente les ves pasar y correr entre las jardineras. El Café Avellaneda tomó como ícono a este singular animal para crear este concepto y combinarlo con uno de los colores típicos de Coyoacán, el azul turquesa que puedes ver reflejado en sus paredes.
Pero lo que realmente inspiró a ponerle ese nombre al café fue el personaje de Laura Avellaneda del libro La Tregua, de Mario Benedetti.
El lugar es pequeño y un poco escondido, por lo tanto lo hacen un lugar bastante confortable para ir a tomar un café mientas lees un libro, escribes, escuchas música en un de sus bancos que se encuentran en la barra, en alguna de sus mesas o si quieres estar mas aislado, puedes disfrutar tu café en la banca que se encuentra en la salida.
En Café Avellaneda no van encontrar un menú; sino más bien hay un tipo ficha donde se encuentra la historia del local y las propiedades de los productos que ofrecen, así como sus métodos de extracción y producción del café que tu decidas consumir.
Sino eres un experto en el tema, no te preocupes porque el barista te podrá ayudar a elegir entre los granos que hay como son los de Oaxaca, Chiapas o Veracruz, y lo más fabuloso es que en la "Barra de Métodos" como ellos la hacen llamar, tu podrás escoger la manera en que deseas que preparen tu café, ya sea con ripper, aeroexpress, la prensa francesa, un clásico expreso o frío, pero ésta última puede tardar al menos un día completo, así es que si deseas uno de estos puedes ir a pedirlo un día antes.
Sin duda este es el lugar perfecto para los amantes del café y paladares exigentes, tienes la oportunidad de probar y un café más puro, preparado a tu gusto y con granos mexicanos, que son sembrados con un programa de sustentabilidad, donde apoyan a los que lo cosechan.