El vídeo y la fotografía mediante su evolución tecnológica han sido las herramientas para que los recuerdos colectivos queden intactos, dejando revivir experiencias, sonidos y sentimientos que no quisiéramos olvidar.
La música es el medio perfecto en que podemos intercambiar experiencias entre acompañantes y si de conciertos o festivales se trata, esa experiencia es definitivamente la parte más importante y guardada en la memoria de los asistentes. La tradición de los Aftermovies no es otra cosa que tomar lo mejor de lo vivido y retratarlo en un panorama de fiesta y música sensacional.
Otro punto importante de su realización es el objetivo principal de difusión y venta que con una gran producción pueden llegar a millones de personas especialmente por Internet y diferentes formatos multimedia, con un nivel narrativo que permite a quienes no pudieron asistir hacer todo lo posible por no perderse la siguiente edición.
Realmente el contenido de un Aftermovie no es muy variado y en su mayoría reviven los rostros más atractivos del público, tomas especificas de artistas y de los magníficos escenarios, las actividades complementarias, zonas de camping y todo el ambiente que se viva dentro del evento, no dejando caer el ánimo en ningún momento. La diferencia de estilos y público también se nota en los soundtracks utilizados, que la mayoría de las veces apadrinan artistas participantes en esa edición.
Un aspecto de marcada diferencia son las estrategias de difusión y de captación de atención a sus productos finales, si bien es la técnica magnífica para que una persona quede convencida de lo que se vivirá en la siguiente edición, muchos Aftermovies son mas Cutre-Videos que tardan más en empezar que en lo que aparecen los créditos y otras compañías y organizadores de festivales que toman muy en serio la duración y hacen películas de cuarenta minutos, aunque al parecer esto no es ningún obstáculo para sus visitas, el mejor ejemplo es el Aftermovie del Festival Tomorrowland que con media hora de duración en el año 2012 lograría mas de 73 millones de visitas.
El resumen de las experiencias y la fábula completa de miles de personas que disfrutaban de un mismo sonido, pese a su producción sumamente costosa se han vuelto el medio indispensable de publicidad que los organizadores crean para su propio beneficio. Imágenes recreadas que quedan grabadas en la memoria colectiva, para soportar la incertidumbre que crea la espera entre una edición y la siguiente.