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“Un nuevo terror nacido de la muerte, una nueva superstición que invade la fortaleza del tiempo.
Soy Leyenda.”
Soy Leyenda.”
-Richard Matheson (Soy Leyenda)-
¿Es la mayoría realmente aquello que importa? Entre más sean, se convierte en algún tipo de ley, o es así como nos han educado, o más bien, como nos han querido lavar el cerebro.
Robert Neville se enfrente a ese dilema. Cuando se es el último de una especie que ya no es la dominante: se convierte en la minoría, en aquel que peligra a la extinción. En aquel, que en un futuro —lejano o inmediato— será el protagonista de todas las historias más sanguinarias de terror. El último monumento de una especie fallida, los escombros, ruinas, de una raza que alguna vez y durante muchos años dominó, pero jamás supo cómo mantenerse a flote y cada paso que daba lo acercaba poco a poco a la destrucción
Soy Leyenda de Richard Matheson es un libro de ciencia ficción que a primera vista habla sobre la supervivencia de del último ser humano en un mundo dominado por los vampiros —exacto: vampiros y olvídense de lo que vieron en el cine—cada noche es un nuevo infierno, ya que, al ser el último —y aquel que los caza— los vampiros se dan cita en su casa e intentan entrar, noche con noche.
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Matheson parte de la idea de soledad en este libro. No la soledad en la que no hay nadie a tu alrededor, sino aquella en la que estás sumergido en un mundo donde, no importa qué hagas, no tienes lugar. Y aunque sea un libro de ciencia ficción —el eterno apestoso de las vacas sagradas de la literatura— la reflexión que tiene es mucho más profunda: ser el paria, el apartado el extranjero, en una sociedad de la cual antes fuiste parte activa.
Los vampiros, la acción, cada detalle de la novela acentúa poco a poco ese sentimiento de soledad y desesperación. La caída del héroe y sobre todo: la aceptación del mismo de que, no importa qué suceda, sus servicios ya no son requeridos. ¿A quién proteges en el momento que ya no hay nadie como tú, cuando ya no existe un igual, un “débil”? Ser exterminador de vampiros para restaurar ¿qué? Robert Neville lucha e intenta mantener viva la idea, el recuerdo de una sociedad inexistente, algo que no entiende completamente, pero en algún punto, en algún momento logrará entender.
En esta novela, literalmente, nos encontramos ante el nacimiento de una Leyenda, un mito, una historia que poblará los libros —si es que los vampiros aún saben leer— y es el de la raza humana.
Si eres de aquellos que Ya vi la película ¿para qué leo el libro? Pues te recomendaría —podría decir te ordenaría, pero seamos honestos, ¿quién obedecerá a una pantalla con letras?— salir, comprar el libro, encerrarte un par de horas —que es lo que te toma leer esta novela— sumergirte en la angustia que vive el personaje, salir de tu cuarto y darte cuenta que el libro y la película no tienen —casi— nada que ver el uno de la otra.
Soy Leyenda es uno de esos libros que cuando lo lees, el primer pensamiento que queda en tu cabeza es: Está bien bueno, no manches, sí rifa. Pero con el paso de las horas, minutos, días. Te queda la idea impresa en la cabeza, la reflexión, la duda y al final te preguntas: ¿Qué pedo, qué pasó aquí?
Soy leyenda es editado por Minotauro —la desaparecida y al parecer también renovada editorial— y se consigue en todas las librerías —de prestigio, sea lo que sea que signifique— de la ciudad: Gandhi, El Sótano, Fondo de Cultura Económica y el Péndulo —a cambio de, al menos, 10 pesos más que las demás—Y, al parecer, no pasa de los $150, y si de plano se les hace muy caro. Hagan la vaquita, cómprenlo y sáquenle copias.
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Se supone que estamos en el vestíbulo del fin del mundo ¿no? Pues este es un libro donde tal vez no se acaba el mundo en una destrucción total, sino se acaba el mundo conocido por una especie. Es un apocalipsis al cuál todos tememos. Sin embargo, ahí estamos plagando las salas de cine con tanta película sale sobre la destrucción, el caos, la caída. Esperamos, de alguna manera el castigo divino a una especia, que no importa qué tanto queramos, pertenecemos. Somos parte de esa sociedad de la que tanto se protesta, critica. Este es un libro de esa naturaleza humana ¿Qué tanto harás para intentar sobrevivir? Aunque sobrevivir ya no sea la opción.